Efectos del consumo de cocaína, cannabis y heroína a largo plazo

En un post anterior ya te hablamos de los efectos del consumo de alcohol y tabaco a largo plazo. Como comentamos, ambas son sustancias adictivas legales. A partir de este momento, vamos a empezar a darte toda la información posible sobre el resto de sustancias ilegales. Y este primer post es “Efectos del consumo de cocaína, cannabis y heroína a largo plazo”.

Efectos del consumo de cocaína

La cocaína es una sustancia estimulante. Provoca un efecto rápido de euforia, disminución del cansancio y una sensación de seguridad en uno mismo. Es muy consumida en contextos de ocio nocturno, pero sus consecuencias son realmente preocupantes.

Ansiedad y paranoias: uno de los efectos más frecuentes. La persona pierde el contacto con la realidad y puede desarrollar trastornos mentales.
Problemas cardiovasculares: el corazón y el cerebro son órganos especialmente afectados. Infartos y hemorragias cerebrales son posibles consecuencias.
Riesgo de accidentes: por la sensación de euforia y pérdida de percepción, aumentan los accidentes de tráfico y los conflictos sociales.
Adicción inmediata: genera una dependencia muy rápida. Es vital conocer este riesgo antes de entrar en contacto con ella.

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Efectos del consumo de cannabis

El cannabis es una sustancia depresora. Aunque tiene usos terapéuticos en contextos médicos controlados, su consumo recreativo continuado puede provocar efectos adversos importantes.

Disminución de la coordinación y atención: afecta al sistema locomotor, lo que puede provocar caídas o accidentes.
Deterioro cognitivo: disminuye la capacidad de concentración, memoria y aprendizaje.
Bajadas de tensión: la relajación extrema puede provocar desmayos.
Riesgo de enfermedades: tanto físicas (respiratorias, circulatorias) como mentales (paranoia, ansiedad).

Efectos del consumo de heroína

La heroína es una de las sustancias más adictivas y peligrosas. Es una droga depresora que provoca una intensa euforia, pero sus riesgos a largo plazo son devastadores.

Transmisión de enfermedades: el uso de jeringuillas compartidas puede provocar hepatitis, VIH y otras infecciones.
Adicción severa y rápida: la dependencia aparece casi desde el primer uso.
Riesgo de sobredosis: con el aumento de la tolerancia, se incrementan las dosis, lo que puede derivar en una sobredosis letal.

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Esperamos que este contenido te haya sido útil. En próximos artículos seguiremos informando sobre otras sustancias y cómo combatir sus efectos.