Un enemigo en casa, la ansiedad

Ansiedad y confinamiento: cómo afrontarla y recuperar el control

Durante la crisis sanitaria provocada por el Covid-19, muchas personas han experimentado por primera vez una ansiedad intensa y difícil de gestionar. La incertidumbre, el aislamiento, el miedo al contagio y los cambios radicales en nuestra rutina han actuado como desencadenantes de un enemigo invisible pero muy real: la ansiedad.

¿Qué es la ansiedad y por qué aparece?

La ansiedad es una emoción adaptativa que nos ayuda a evitar peligros reales. Sin embargo, cuando se desborda, se convierte en una respuesta desproporcionada que afecta negativamente a nuestra vida diaria. Es común sentir una inquietud constante, una sensación de que algo malo va a pasar, aunque no sepamos exactamente qué.

Esta sensación se agrava si no se cuenta con herramientas emocionales para gestionarla. De hecho, la ansiedad puede manifestarse incluso cuando sabemos que nuestras preocupaciones no tienen fundamento lógico, lo que crea un círculo vicioso difícil de romper.

Tipos de ansiedad: ¿cuál estás experimentando?

Existen dos grandes tipos de ansiedad:

  • Ansiedad rasgo: presente desde etapas tempranas de la vida. Quienes la padecen suelen tener un temperamento que los hace reaccionar de forma intensa ante estímulos externos.

  • Ansiedad estado: aparece como reacción ante un evento concreto, como una crisis sanitaria o un problema personal. Es común en personas que no han experimentado ansiedad antes, pero que no cuentan con herramientas para gestionarla.

Ambos tipos pueden coexistir, y lo importante es reconocer la ansiedad y actuar sobre ella con estrategias eficaces.


Estrategias para combatir la ansiedad de forma natural

1. Acepta la ansiedad
Negar lo que sentimos solo aumenta el malestar. Reconocer la ansiedad y observarla sin juicio es el primer paso para disminuir su intensidad.

2. Baja el ritmo
Vivir con prisa constante refuerza el estado de alerta del cerebro. Ordena tus tareas, prioriza y realiza una cosa a la vez. El desorden externo suele reflejar un desorden interno.

3. No dejes tareas pendientes
Aplica la regla de los 2 minutos: si puedes hacer una tarea en ese tiempo, hazla de inmediato. Así evitarás la carga mental que supone recordarla una y otra vez.

4. Dedícate tiempo a diario
Reserva al menos una hora al día para ti. No tiene por qué ser para descansar, también puede ser una actividad que disfrutes. Esto ayuda al cerebro a liberar endorfinas, combatiendo el estado ansioso.

5. Cuestiona tus pensamientos negativos
Pregúntate si tus miedos son realistas. ¿Qué probabilidades hay de que eso ocurra? ¿Qué pasaría si sucede? ¿Cómo podrías afrontarlo? Este ejercicio te ayudará a recuperar el control mental.

6. Cambia tu perspectiva
El estrés puede ser debilitante o una fuente de motivación, según el enfoque. Usar frases como “quizás esto sea difícil, pero me servirá para crecer” transforma la ansiedad en reto.

7. Vive el presente
Practica el “aquí y ahora”. Técnicas como el mindfulness o la meditación ayudan a evitar la rumiación mental sobre el pasado o el futuro, principales fuentes de ansiedad.

8. Gestiona tus emociones de forma saludable
No se trata de reprimir ni de desahogarse de forma explosiva. Expresa lo que sientes desde la calma, sin alimentar el malestar.

9. Haz ejercicio físico
La actividad física ayuda a liberar tensiones y a generar neuroquímicos que combaten la ansiedad. Con solo 30 minutos al día puedes notar mejoras a nivel psicológico y físico.

10. Respira y relájate
La respiración profunda y las técnicas de relajación progresiva pueden ayudarte a reconectar con tu cuerpo y a reducir la activación del sistema nervioso.


¿Cuándo pedir ayuda profesional?

Si sientes que no puedes controlar la ansiedad o que esta afecta tu calidad de vida, es importante buscar apoyo. En Centros Vida Nova ofrecemos tratamiento ambulatorio especializado para el abordaje de la ansiedad y otros trastornos relacionados, especialmente cuando se combinan con conductas adictivas.

Nuestro equipo de psicólogos puede ayudarte a identificar el origen del problema y proporcionarte herramientas personalizadas para superarlo.

Recuerda: no estás solo. Gestionar la ansiedad es posible, y el primer paso comienza por reconocerla. Estamos aquí para acompañarte.